Raúl Castro cumple 80 años apurado por la reforma económica y su relevo

viernes, 3 de junio de 2011

Raúl Castro cumple 80 años apurado por la reforma económica y su relevo      

Raúl Castro cumple 80 años apurado por la reforma económica y su relevo
LA HABANA, Cuba, (AFP).- El presidente de Cuba, Raúl Castro, cumple 80 años el viernes, en acelerada lucha contra el tiempo para reformar el exhausto modelo económico cubano y preparar su "última misión": un relevo que garantice la supervivencia del sistema comunista en la isla.
Raúl, a quien su hermano Fidel Castro cedió el mando en julio de 2006 cuando enfermó, parece gozar de buena salud y claridad mental, y trabaja de lleno en un plan de más de 300 reformas económicas que considera urgentes para evitar el derrumbe de la revolución.

A diferencia de celebraciones que se anuncian para los 85 años que cumple el 13 de agosto el líder de la revolución Fidel Castro, los 80 del presidente no tienen prevista actividad especial.

No obstante, da sonoro campanazo a la búsqueda de dirigentes jóvenes que sustituyan a la generación que gobierna desde hace 52 años, encabezada por los hermanos Castro y que promedia los 80 años.

La sucesión de hermano a hermano se llevó en calma y estaba prevista desde que triunfó la revolución en 1959 -ante una muerte natural o atentado contra Fidel-. Pero la incógnita trascendental es otra: ¿Después de Raúl, quién?.
La historia juzgará a Raúl Castro por su capacidad para legar una Cuba de economía mixta y su habilidad para transferir gradualmente sus funciones a una generación con diferentes experiencias, visión y formación. No tiene mucho tiempo para lograrlo", afirmó a la AFP el analista cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver.

El propio Raúl admitió en el VI Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC) en abril como una "verdadera vergüenza" que no hay relevo en Cuba, sin líderes jóvenes visibles tras la abrupta caída del vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque en 2009.

En el cónclave, que eligió a una cúpula dominada por la vieja guardia, Raúl sustituyó a Fidel como primer secretario del PCC -máximo jefe-, escoltado por el vicepresidente José Ramón Machado, de 80 años, y el Comandante Ramiro Valdés, de 79.

Al mismo tiempo, el general Raúl Castro, quien fue ministro de las Fuerzas Armadas casi medio siglo, ha formado un gobierno con marcada presencia de militares de su confianza, para poner a funcionar al país.

Los retos que se fijó son enormes: acabar con la inercia mental de una monstruosa burocracia que en medio siglo echó raíces y amasó privilegios; mantener la unidad; y poner a producir a un país que gasta 1.500 millones de dólares en alimentos, vive de un descomunal mercado negro y se acomodó en el paternalismo estatal.

Su plan, que busca desmantelar el ultracentralizado modelo soviético, establece la apertura al sector privado y al capital extranjero, el recorte de un millón de empleos estatales, autonomía empresarial, descentralización de la economía, impuestos y eliminación de subsidios.

La reforma incluye medidas de alivio social como el permiso de compraventa de casas y autos; pero la gente sigue quejándose de salarios de 20 dólares al mes.

"Que cumpla 80 y más, pero que de paso a los jóvenes para que hagan los cambios, porque tienen más visión. Vivimos tiempos nuevos, el pasado que quede atrás", opinó Yosmel Pérez, bioquímico de 22 años, que vende libros antiguos en La Habana Vieja.

Nacido en el pueblo de Birán (sureste), hijo del gallego Angel Castro y la campesina cubana Lina Ruz, Raúl es el cuarto de siete hijos, siempre a la sombra de Fidel hasta que tomó el mando con estilo propio: hombre de pocas pero certeras palabras, que igual bromea como exige golpeando la mesa.

"Para dirigir a este país hace falta mano dura. Fidel es condescendiente, blando. Raúl tiene mano fuerte. Pero ahora hay que preparar el relevo", dice Ignacio Cisneros, ex combatiente y mecánico de 70 años.

Pese a su vigor, Raúl, que enviudó en 2007 y tiene cuatro hijos, reconoce el peso de la edad y lanzó en el Congreso la sorpresiva propuesta de limitar a máximo diez años los mandatos en el poder, incluidos el primer secretario del PCC y presidente del país.

Dejando claro que se asume en el ocaso de su vida, el octogenario presidente describió como su "última misión": "defender" y "preservar" el socialismo y "no permitir jamás el regreso del régimen capitalista".

  CORTESIA DIARIO TIEMPO

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