Jueves, 06 de Septiembre de 2012 23:21
Sucesos
Luego que trascendió la muerte de Daylin Elisa Montoya Sánchez (19) llegó hasta el lugar del hallazgo del cadáver, el padre de la muchacha, Gustavo Adolfo Montoya, quien presa de histeria maldijo a los policías.
TEGUCIGALPA.- Una estudiante universitaria murió estrangulada la noche del miércoles anterior, y según familiares de la ahora difunta los responsables del crimen son miembros de la Policía porque la joven fue capturada el martes pasado, junto a una amiga que no aparece por ningún lado.
Este sector de la capital ubicado en la colonia Loarque se ha convertido en un botadero de cadáveres.
La denuncia contra los presuntos policías homicidas de la joven Montoya Sánchez, surge 10 meses después que un grupo de uniformados asesinaron a los estudiantes universitarios, Rafael Alejandro Vargas Castellanos (22), hijo de la rectora Julieta Castellanos; y el amigo del primero, Carlos David Pineda Rodríguez (24), cuyos crímenes siguen en la impunidad. “Los policías ingresaron violentamente (a la casa) apuntándonos con los fusiles y como yo les dije que por qué entraban abusivamente me golpearon a mí y mi familia y me dijeron cállate perro; luego se dirigieron a mi hija y le preguntaron que por qué mandaban mensajitos y que con quiénes se estaba comunicando; luego se la llevaron”, dijo el padre de la muchacha.
El entrevistado agregó que después de investigar en varias unidades de la Policía, le informaron que los que hicieron operativos en la zona fueron los agentes de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), por lo que el acongojado padre presume que estos se la llevaron y la mataron.
MALDITOS
“Fueron policías; esos malditos se metieron de un solo y rompieron la puerta de la casa, y se la llevaron porque dijeron que estaba cambiando chip del celular en el techo de la casa; pero ella estaba bajando su ropita del tendedero para irse a la universidad”, expresó el padre de la occisa. Montoya agregó: “Me la dejaron toda golpeada y torturada en un cementerio a las 8: 00 de la noche del mismo martes que se la llevaron; una señora hizo una colecta y las mandó en taxi y se bajaron a dos cuadras antes de llegar a la casa y llamaron por teléfono para que las fueran a recoger porque mi hija casi no podía caminar ni hablar”.
“Fueron policías; esos malditos se metieron de un solo y rompieron la puerta de la casa, y se la llevaron porque dijeron que estaba cambiando chip del celular en el techo de la casa; pero ella estaba bajando su ropita del tendedero para irse a la universidad”, expresó el padre de la occisa. Montoya agregó: “Me la dejaron toda golpeada y torturada en un cementerio a las 8: 00 de la noche del mismo martes que se la llevaron; una señora hizo una colecta y las mandó en taxi y se bajaron a dos cuadras antes de llegar a la casa y llamaron por teléfono para que las fueran a recoger porque mi hija casi no podía caminar ni hablar”.
“Ayer (miércoles) la cipota andaba toda nerviosa y no quería estar en la casa porque le habían prometido que volverían a llegar; luego (la tarde del miércoles) encontramos un papel diciendo que ella iba a estar bien en un lugar; en el mismo papel decía que volvieron a llegar y me pedía perdón a mi y a su mamá porque me hizo pasar malos momentos; ella escribió el papel porque yo le conozco la letra”, expresó el hombre. A criterio del progenitor de la universitaria, “ellos tenían que llevarla al Core (Policía Metropolitana) o la Cuarta (estación policial del barrio Belén de Comayagüela); no sé si ella andaba en malos pasos, lo que sí se es que no la llevaron a ningún lado, ellos, los policías, que entraron a la casa se la llevaron”.
CIFRA
250 mujeres aproximadamente han muerto violentamente en el país en el presente año, según funcionarios del Ministerio Público.
CIFRA
250 mujeres aproximadamente han muerto violentamente en el país en el presente año, según funcionarios del Ministerio Público.
FUENTE DIARIO TIEMPO
