Golpe de Estado: Tres años después
Manuel Antonio Diaz-Galeas
Políticamente hablando el tiempo vuela en Honduras. El proceso de cambio, refundación y transformación, surgido a partir del Golpe de Estado del 2009, se acelera y alcanza velocidad de crucero. Paradójicamente, todo lo contrario a loque pretendía con su absurda y cruenta acción, la oligarquía cerril hondureña y su decadente aliado externo, los EE.UU.
La idea era detenerlo todo. Aterrorizar al pueblo y eliminar para siempre, la amenaza al putrefacto orden oligárquico establecido. Entronizar por la eternidad el fracasado modelo neoliberal funcional a los intereses transnacionales de Washington y sus capataces criollos, y barrer toda posibilidad que pudiera sacar a Honduras fuera de la órbita geopolítica estadunidense. Una especie de “fin de la Historia” en nuestra tierra.
Ciertamente el poder sigue estando en manos de los sectores retrógrados que fraguaron y ejecutaron el golpe de Estado, pero en un escenario político diametralmente opuesto al que imaginaron. El cálculo fue erróneo y por tanto, las consecuencias son las peores con las que pensaron lidiar.
Precisamente por un factor central en todo esto, el despertar rebelde y consiente del heroico pueblo hondureño. Es ahí donde radica la derrota históricaque se le viene a la oligarquía. Ella misma liberoal genio de la botella que ahora altera de modo dramático su status quo ideal.
Y lo altera porque nos encontramos tres años después con eseactor, el pueblo, en franco proceso de profunda adquisición de conciencia, de verdadera organización y permanentemente movilizado. La demostración multitudinaria de hoy no deja lugar a dudas, el pueblo hondureño quiere Patria y sabe perfectamente que solo puede tenerla si obtiene el poder de la nación. Es decir que, el concepto dePodercomo medio político para alcanzar fines determinados en una sociedad, ya no es propiedad exclusiva de quienes lo arrebataron al soberano y lo usaron por más de cien años a su antojo.
Sabe el pueblo que nos encontramos en un proceso de abierta lucha por el poder en la que él mismo es uno de los bandos. Tiene la oligarquía ante sí, en consecuencia, a un pueblo que entiende que solo puede refundar Honduras si detenta el poder y todo lo que políticamente e institucionalmente representa. Por eso nació LIBRE, instrumento político del pueblo de Honduras para la lucha pacífica y democrática.
El pueblo y el contexto hondureño actual no le permiten a la oligarquía repetir un mal cálculo. Sus asesores de la Avenida La Paz deben analizar e interpretar de modo exacto el escenario pos golpe para no cometer errores que podrían ser catastróficos.
Si el golpe de Estado significo la gran coyuntura necesaria para dar con el punto de inflexión en la historia de Honduras, una irresponsable equivocación más, representaría que la lucha por el poder se desbordaría a causes que verdaderamente nadie desea.
Ya pasaron tres años pero parece que fue ayer. Lo que supuestamente era el fin, fue solamente el inicio de un nuevo comienzo. FUENTE EL LIBERTADOR
