Alvaro Pineda
El Embajador concurrente israelí, Eliahu López arribó hoy a Tegucigalpa. La prensa local lo asedió con preguntas repetitivas. Expresó que venía a escuchar de propia voz del Jefe de Estado, Lobo, la versión (que fingió poner en duda) sobre el apoyo del régimen hondureño a la creación del Estado Palestino.
López aseguró que la decisión, de ser confirmada, no afectará las “relaciones de amistad” entre Israel y Honduras, pero sí admitió que la noticia les ha causado “sorpresa”. Recordó además, a manera de reclamo, el apoyo que Israel ha dado a Honduras “en los momentos difíciles”, en una clara alusión al soporte político, diplomático y militar que dicho Estado proveyó a la dictadura micheletista y al proceso de sucesión del Golpe de Estado.
El Estado fascista israelí, en un acto claro de compromiso ideológico con la reacción mundial, apoyó un golpe de Estado contra el pueblo hondureño, sin importarle que una buena fracción de los instigadores del golpe eran forajidos hondureños de procedencia árabe-palestina, jurados enemigos del sionismo. Esto prueba que los intereses ideológicos y de clase priman sobre otras contradicciones, como las de nacionalidad, raza, etc.
Ahora que los forajidos árabes, enemigos suyos, tiene secuestrado al pueblo y al Estado de Honduras con su mismísima ayuda, los reaccionarios israelíes ¿piden solidaridad?
Pues no la tendrán del pueblo hondureño, al que traicionaron y agredieron con sus armas y artefactos de tortura, y cuyo corazón está, por solidaridad de pueblo y de clase, con el sufrido pueblo palestino; y tampoco la tendrán de los forajidos árabes, sus enemigos, y que son una vergüenza para el pueblo palestino, heroico, anti-fascista y anti-imperialista.
Pese a todo, saludamos al pueblo israelí, haciendo nuestros mejores votos por su liberación de la camarilla reaccionaria fascista que los somete, y por la construcción de una paz duradera basada en la solidaridad entre ambos pueblos trabajadores.
EL ESTADO ISRAELÍ RESENTIDO CON LA DICTADURA ÁRABE- HONDUREÑA
