Los lamentos del general Romeo

domingo, 17 de julio de 2011

Los lamentos del general Romeo


Juan Antonio Martínez H.
Sin su acostumbrado atuendo militar que exhibía con orgullo cuando era jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez Velásquez se sentía desolado en la cabina de audición de aquel canal de televisión, acosado por las preguntas mordaces de los periodistas que lo inquirían sobre su participación en el golpe de Estado que rompió la institucionalidad del país en junio del 2009.
Jamás se imaginó que se iba a encontrar en semejante estado de calamidad cuando decidió aceptar la invitación para participar en el programa “Interpretando la noticia” que diariamente se transmite por Globo TV bajo la atinada conducción del veterano periodista David Romero.
Con su rostro demudado por la ansiedad y visiblemente nervioso, el general se lamentaba de las inconsecuentes acciones de los que habían creado la crisis institucional que empujó a los militares a participar en la asonada que derrocó a Zelaya. “Como militares tenemos bien definido que debemos apegarnos a las leyes y respetar la Constitución de la República”, dijo con aplomo tratando de superar el estado caótico en que se encontraba en medio de ese vendaval de preguntas inquisitorias.
Recordaba muy bien el general Romeo la advertencia que días después del Golpe le hiciera el periodista David Romero: “General usted está muy comprometido en esta situación y después se va a lamentar cuando los políticos lo responsabilicen por esta crisis y lo dejen solo”. Ni que lo hubiese visto en una “bola de cristal”, pensó el general, al reflexionar sobre las acusaciones que pesan en el informe de la Comisión de la Verdad sobre la actuación del Ejército y la Policía en las violaciones a los Derechos Humanos después de la conspiración que dio al traste con el gobierno constitucional de Zelaya.
“Jamás di una orden para que se asesinara a alguien o se atropellaran los derechos de algún hondureño” exclamó balbuceante el entrevistado y agregó: “como cristiano creo en la dignidad del ser humano y la orden que tenían (los soldados) era que no hubiera un tan solo muerto” (durante la represión)
¿Y la muerte de Isis Obed de quien es la culpa general? Disparó sorpresivamente el periodista Ibis Alvarado quien también es parte del programa “Interpretando la Noticia” junto al también comunicador Cesar Silva.
Ese día, se lamentó el general, fue uno de los días más tristes de mi vida, porque ya habían transcurrido varios días del Golpe y hasta la fecha no teníamos ni un solo muerto. ¿Fueron los soldados General? No lo puedo asegurar, usted comprenderá, había mucho nerviosísimo por la gran cantidad de gente y estallaban petardos de alto poder. No se podía determinar de donde salió la bala. Habría que investigar profundamente esta situación, relató visiblemente consternado el general Romeo.
Durante el resto de su comparecencia televisiva el general Romeo trató, reiteradamente, de poner a salvo el expoliado prestigio” de las FF.AA. al asegurar que en todo momento buscaron preservar la vida del entonces presidente Manuel Zelaya, lo que al final se había conseguido. Esto, aseveró Romeo, por el gran cariño que le guardamos al ex mandatario. Pero debemos olvidar las cosas que ocurrieron en el pasado y enfocar nuestros pensamientos en el futuro y buscar la reconciliación de la familia hondureña, puntualizó el ex jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerzas Armadas de Honduras, casi al borde del agotamiento.
¿Qué piensa general si la Corte Penal Internacional (CPI) decidiera enjuiciarlo por las violaciones a los DDHH de los cuales, el informe de la CDLV, responsabiliza al ejército y a la policía?
El general Romeo, ahora gerente de Hondutel, se reacomodó en su butaca buscando comodidad antes de contestar: “Mire usted, yo estoy tranquilo porque creo en la Justicia, sino en la terrenal, tengo fe en la Justicia Divina de la cual nadie escapa” La respuesta le pareció asimismo acertada y le hizo recobrar la compostura perdida y hasta esbozó una sonrisa forzada.
De pronto el anuncio de una llamada al programa de la ex primera dama doña Xiomara de Zelaya, hizo que el general perdiera nuevamente su tranquilidad: No, no, no, dijo, no podemos seguir abriendo la herida. Pero de todas manera doña Xiomara habló para condenar a los que diciéndose cristianos, causaron tanto dolor al pueblo con el golpe de Estado. ¡Valla lamentos tardíos los del general!  CORTESIA VOS EL SOBERANO

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