Incontenible el déficit fiscal en Honduras; los banqueros ganaron a septiembre pasado más de dos mil millones
Miriam Amaya / EL LIBERTADOR
“Esto es el reflejo de que el BCH enfrenta dificultades porque debe asumir los costos financieros del crédito interno, y al no contar con fondos nacionales, la medida extrema para capitalizarlo es la emisión de moneda nacional”, explicó Flores Ponce.
Tegucigalpa. La salud financiera de Honduras cada día es más frágil. Para la administración de Porfirio Lobo ha sido imposible 
detener el galopante déficit fiscal que a la fecha se sitúa en unos cinco mil millones de dólares, debido en gran parte a la herencia de la dictadura liderada por Roberto Micheletti, que recibió apoyo financiero de la banca hondureña para mantener el golpe de Estado.
El sub coordinador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Raf Flores Ponce, explicó que el monto de la deuda interna representa unos 2,500 millones de dólares (más de la mitad de esta deuda la contrajo el golpismo a cuatro años, 2010-2013), casi acercándose a la deuda externa pública que ronda los 3,700 millones de dólares.
“El costo del endeudamiento interno es alto porque el plazo para el pago es corto, entre un año y cuatro, y el interés mensual oscila entre el 8 y 12 por ciento”, amplió el analista.
Esta situación impacta severamente en el gasto corriente, obligando al gobierno a destinar mayores recursos financieros al pago de intereses y capital a la banca nacional, que cuenta con un exceso de liquidez por lo que no pone mayor obstáculo para financiar los gastos del gobierno.
El pago de intereses mensuales por deuda interna ha provocado la acumulación de pérdidas del Banco Central de Honduras (BCH), situación que se ha enfrentado en 2011 con la emisión 18 mil millones de lempiras en letras de cambio, cuyo vencimiento máximo es 364 días, según datos proporcionados por el Fosdeh a EL LIBERTADOR.
Otra situación que está complicando las finanzas públicas, señaló el analista del Fosdeh, es que durante el presente año aparecen 9,000 mil millones en gasto que están fuera de presupuesto y que seguramente se convertirán en deuda flotante o en más endeudamiento externo.
MÁS GASTOS QUE INGRESOS
Esto contrasta con la baja recaudación fiscal, que a julio pasado presentaba un desfase de 1,500 millones de lempiras respecto a la meta programada y a septiembre, la mayoría de las secretarías de Estado reportaron que ya habían gastado todo el presupuesto asignado.
Para cubrir el desbalance, el tercer trimestre del 2011 se cerró con una ampliación presupuestaria de 6,272. 4 millones de lempiras, lo que indica que al final del 2011, el déficit fiscal será más alto de lo previsto cuando se negoció el acuerdo económico 2010-2012 que suscribió la administración Lobo y el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), vigente desde el 1 de octubre del año anterior.
Frente al desenfrenado gasto corriente del gobierno central (sueldos, salarios, intereses, transferencias corrientes, bienes y servicios), al secretario de Finanzas, William Chong Wong, no le quedó más que reconocer que mensualmente el Estado cierra sus cuentas en rojo, con un faltante de 2,400 millones de lempiras.
DÉFICIT FISCAL EN ALZA
El endeudamiento interno está creciendo aceleradamente, pese a que va en contra de la disciplina fiscal. La política de mantener 
subsidios y bonos permanentes está provocando una hemorragia de fondos públicos que Honduras no tiene, subrayó Flores.
El déficit fiscal programado para 2011 por el Congreso Nacional fue de 3.5 por ciento, sin embargo, los indicadores revelan terminará en un 3.9 por ciento con relación a la producción nacional o Producto Interno Bruto (PIB).
De los 12,554.5 millones de lempiras proyectados en concepto de déficit fiscal neto, la Secretaría de Finanzas prevé su financiamiento con 8,111.7 millones de fondos externos y 4,442.8 serán fuentes internas (banca nacional), mediante la colocación de bonos del BCH.
Se estima que los ingresos totales sumarán 56,464.9 millones de lempiras durante 2011, mientras que los gastos totales alcanzarán 69,019.4 millones. Una diferencia de 12,500 millones de lempiras.
Esto ocurre en un contexto de alta vulnerabilidad social, afectando principalmente los indicadores de salud, educación, seguridad e infraestructura vial.- Se prevé que para 2012 los maestros seguirán en las calles exigiendo el pago de sus salarios, que en los hospitales continuará la escasez de medicamentos y que las carreteras del país continuaran destruidas, solo para citar algunas prioridades.
BANQUEROS SE LLEVAN TODO
En contraste a las famélicas finanzas del Estado, la banca privada presenta elevados índices de liquidez, al grado que para octubre de 2011, suma en un poco más de 68 mil millones de lempiras.
A septiembre de 2011 las ganancias de la banca comercial sumaron 2,268.1 millones de lempiras, superior a los 2,004.4 millones del mismo período de 2010, de acuerdo a un reporte preliminar de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros.
Esto explica una mayor canalización de préstamos al gobierno central para financiar el gasto, como la reciente línea de crédito de 600 millones de lempiras financiada por tres instituciones bancarias: Atlántida, Ficohsa y Occidente.
El crédito inmediato servirá para la reconstrucción de la infraestructura y viviendas dañadas de los hondureños que fueron afectados por las recientes lluvias, sobre todo en la zona sur.
Informes del Fosdeh establecen que las instituciones bancarias del país que más han ganado durante el 2011 son: Atlántida, con 389.2 millones de lempiras. El segundo lugar le corresponde a Ficohsa con 384.2 millones de lempiras. Le sigue Occidente con 351.2 millones, mostrando un aumento de 24.8 millones en relación a enero-septiembre de 2010 (326.4 millones)
BAC Honduras reportó ganancias por el orden de los 337.3 millones de lempiras, con un incremento de 81.7 millones de lempiras y la quinta posición es para Banpaís con 324.2 millones de lempiras.
Estas cinco instituciones bancarias hondureñas acumulan 1,786.1 millones de lempiras, equivalente al 78.7% de las ganancias totales reportadas en el año anterior por el sector bancario.
El panorama es claro, la Administración de Lobo necesita transfusiones de sangre permanentes y el reto es que provengan de fuera del país a través de la captación de inversión extranjera para producir empleo y aumentar los ingresos fiscales, mejorar la situación financiera de las empresas estatales y la reapertura de flujos externos de capital que le provean de préstamos blandos para financiar los programas sociales. CORTESIA EL LIBERTADOR
