Jueves, 29 de Marzo de 2012 22:01
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En esta camioneta Toyota Prado, color gris, se marchó el ministro de Seguridad, quien se negó a brindar declaraciones a los medios de comunicación. El conductor del funcionario estuvo a punto de arrollar a varios periodistas y camarógrafos que buscaban la versión del principal funcionario de la Seguridad del país.
SAN PEDRO SULA.- El presidente de la república, Porfirio Lobo, lo mando a que atendiera la “emergencia del centro penal”. Pero el ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla, solo estuvo unos contados minutos en el interior del penal y sorpresivamente salió corriendo y obvió dar declaraciones a los periodistas, en un momento en que en las afueras aún se ignoraba la magnitud de la masacre.
El funcionario llegó el recinto unos 40 minutos después de iniciado el amotinamiento, a eso de las 12:20 del mediodía, pero se negó a dar declaraciones a los medios de comunicación bajo el argumento de que debía informarse antes de lo ocurrido dentro de la cárcel. Entre cinco y siete minutos más tarde, el secretario de Seguridad salió del penal, pero ni bien había cruzado el portón principal comenzó a correr a prisa para evitar que los periodistas lo entrevistaran.
Sosteniendo con su mano izquierda un bolígrafo y otros objetos que portaba en la bolsa izquierda de su camisa manga larga azul claro, Bonilla corrió desde el portón de acceso al penal, hasta la avenida Juan Pablo Segundo, donde lo esperaba su camioneta prado color gris. Los elementos de su seguridad personal lo siguieron, también corriendo, y abordaron el vehículo a toda prisa. Los seguros fueron colocados en las puertas del automotor, el cual comenzó a moverse despacio por la vía, que a pesar del abrasador sol de esa hora, permanecía prácticamente bloqueada por periodistas y policías.
Con grabadora y micrófonos en mano, los reporteros rodearon el vehículo donde viajaba el ministro de Seguridad, pero el conductor de la camioneta no detuvo la marcha. Los comunicadores se cansaron de golpear el vidrio de la ventana del copiloto, donde viajaba el funcionario, pero éste respondió con indiferencia y no quiso bajarlo para atender a los periodistas. Algunos periodistas y camarógrafos estuvieron a punto de ser arrastrados por la camioneta Toyota Prado, pues los cables fueron atrapados por las llantas del vehículo. Pese a eso, Pompeyo Bonilla respondió con indiferencia y se marchó del lugar sin mencionar ni una tan sola palabra sobre el incidente ocurrido en la cárcel sampedrana, el cual dejó como saldo 13 reos muertos y uno herido.
12:20
Del mediodía llegó el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla
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Del mediodía llegó el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla
