Viernes, 21 de Octubre de 2011 21:52
Marcovia, Choluteca.- Tras la tempestad diluviana que azotó el sur del país, no llegó la calma para ella y sus cuatro hijas, pues ahora enfrenta un incierto futuro al quedar prácticamente en la calle.
Con los pies llagados a causa de los hongos y los ojos llorosos, Lidia Lizeth Lagos, lamentaba ayer su infortunio en una tienda de campaña ubicada a la orilla de la carretera del Sur. “No he comido hace horas, pues no puedo caminar debido a las úlceras y nadie me lleva”, comentó.
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Todavía ayer las aguas cubrían totalmente algunas vías de comunidades sureñas, lo que impedía a los afectados volver a sus hogares. |
Muchos otros también sufren de los mismos síntomas cutáneos además de diarreas y problemas respiratorios. La mujer, residente en la aldea de Santa Cruz, es una de las 19.241 personas que perdieron todo por el agresivo temporal registrado en la Sultana del Sur y sus alrededores, según cifras provisionales de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO).
Además se contabilizaban hasta ayer unos 15.892 albergados en distintos centros comunales, escuelas y residencias particulares, tras ser víctimas de los copiosos aguaceros que una vez más provocaron la zozobra y angustia entre los habitantes. Durante trece días, los sureños sufrieron en carne propia los embates de la naturaleza y vieron como las embravecidas aguas ingresaban a sus casas y les arrebataba sus enseres e ilusiones. El clima era benigno ayer.
La destrucción también cabalgó en el campo donde por lo menos más de 1000 manzanas de cultivos fueron anegados, lo que generará sin duda alguna provocará una crisis alimentaria, si el Gobierno no atiende las necesidades de los afectados.
Alimentos, medicina, ropa, colchonetas y otros productos de primera necesidad demandaban los damnificados, pues expresaron su temor de ser castigados por las epidemias y el hambre, efectos casi lógicos después de cada desastre. Reconocieron que han recibido cierta ayuda de algunos organismos públicos y privados, pero denunciaron que ésta ha llegado a cuenta gotas en la mayoría de los sectores.
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Niños, jóvenes y adultos ocupan los albergues desde hace días, a la espera de ayuda. |
SOLIDARIDAD
Pero sus ruegos fueron escuchados pues a eso de las diez de la mañana partió la nutrida Caravana de la Solidaridad, conformada por unos 70 vehículos repletos de raciones alimenticias, indumentaria y medicamentos recolectados por COPECO.
Al salir de la capital, el convoy integrado por el Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, COPECO, Fuerzas Armadas fue encabezado por el presidente Porfirio Lobo, quien se incorporó a la misma en horas de la tarde en las inmediaciones de Choluteca, luego de trasladarse en helicóptero.
Muchos sectores permanecían incomunicados ayer en virtud del desplome de puentes y vías de comunicación averiadas, según el alcalde de Marcovia, Nahún Cálix. También el jefe edilicio de Orocuina, Samuel Chavarría, sugirió que toda la ayuda no sea politizada y se entregue sin distingos políticos de ninguna clase.
Aunque no está confiado, el estoico pueblo sureño prometió que sabrá superar la penosa situación, como lo ha hecho en tantas otras ocasiones, con o sin ayuda del Gobierno. CORTESIA DIARIO TIEMPO
