Refundación
voselsoberano.com | Martes 08 de Mayo de 2012 15:33
Rebeca Becerra
Siguen sonando las campanas de la muerte. Su desconsolada resonancia consterna el alma. Una y otra vez nos abren a los caminos de la sangre y nos empujan hacia sus siniestras veredas. Nos reconocemos en cada uno de los cuerpos que día a día son encontrados como solitarios desechos esperando el olor de nuestras flores.
Los ángeles que guardan nuestras humildes camas se han convertido en demonios de la conciencia. La justicia, galope de los Jinetes de la Apocalipsis se pierde en la espesura de un oscuro bosque.
Hay palabras que no pueden llagar a las bocas de los que cimientan la muerte porque les aterroriza su vaho pestilente. La carencia los ha impedido, solamente ven por las rendijas de las foscas alcantarillas y no se dan cuenta que aran la tierra equivocada.
Nosotros estamos en el lado correcto del río, aquí es donde llega la luz y se divierte en sus colores. Por aquí corre el agua y su susurro que arrulla la esperanza. Aquí está la sombra blanca de la vida, el viento que sopla en nuestras manos las banderas que ya no pueden arrebatarnos. La lluvia que nos cuenta en cada gota la historia de nuestra carne de maíz y nuestros dedos de obsidiana.
Aquí construiremos el nuevo Popol Nah, con la saliva de la jícara de Hun Hunahpu y la espuma blanca de Patakako fijaremos cada piedra. Pata Cher-Kama elaborará las hamacas que sosegarán nuestro cansancio. Toman Pones y Popawai levantarán del día la sangre de la noche y nos librarán del tiempo que teje la muerte.
FUENTE VOS EL SOBERANO