Roatán, Honduras.El desalojo lo realizaron efectivos de la Policía Nacional, quienes sin decir palabra alguna, procedieron a sacarlos por la fuerza sin importar que en ese instante se encontraban niños y personas de la tercera edad, resultando afectados por el ataque.
La represión que padeció hoy esta comunidad se da en el contexto de las presiones de la industria turística que busca expandir el dominio territorial, sin respetar a los habitantes y etnias que residen en esa región del Caribe hondureño.
De acuerdo a las denuncias presentadas por los garífunas, algunos proyectos como Banana Coast, situada en la laguna de Micos, se han convertido en los instigadores para seguir obteniendo más tierras a costa de represión, ya que desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, en el país no hay seguridad jurídica.
Los denunciantes señalaron que “a partir del golpe se han visto incrementadas las presiones por más tierras sobre el pueblo garífuna. El desalojo en Punta Gorda es parte del ‘humanismo cristiano’ de la actual administración, la que a punto de garrote pretende imponer su visión de una ‘democracia’ de las minoría asociadas al partido en el poder”.
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