
Tegucigalpa. La policía y ejército sediento de sangre la volvió a emprender contra los hondureños. En esta oportunidad los aparatos represivos atacó a mansalva a la población que se sumó al paro cívico nacional, convocado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) este día en protesta por el alto costo de la vida y las violaciones a los Derechos Humanos que se vienen cometiendo desde la dictadura de Roberto Micheletti.
En la capital, los “representantes de la ley” dispararon contra las multitudes gases lacrimógenos y bala viva a inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional , por si no fuera poco, se introdujeron al centro educativo a perseguir a estudiantes, maestros y personas particulares que circulaban por el lugar.
En varias ocasiones, efectivos antimotines sin ambages lanzaban granadas de gas tóxico por lo que menores de edad y mujeres resultaron intoxicados, teniendo que ser atendidos por los cuerpos de socorro.
No sólo Tegucigalpa vivió el vandalismo policial, en los departamentos de Olancho, Copán, Colón y otras regiones del país también se contaron masivas violaciones a los derechos humanos. En Juticalpa arrestaron al coordinador departamental del FNRP,Salvador Arnodo, a quien previamente lo agredieron con salvajismo.
Además, unas 30 personas fueron arrestadas sin justificación mientras se manifestaban pacíficamente en esa zona de Honduras.
Miguel Navarro, miembro de “La Resistencia” denunció el salvajismo de los policías y militares, que bajaron de vehículos a enfermeras que se dirigían a sus casas, a quienes se ha amenazado con enviar a prisión.
Mientras tanto, en Choloma, 260 kilómetros al norte de la capital hondureña, la policía en conjunto con elementos militares coartaron la manifestación pacífica y se reporta la captura de varios manifestantes.
Entre los detenidos también se encuentra el profesor Gustavo Mejía, director del Instituto Manuel Pagan Lozano que fue conducido a San Pedro Sula.